Akram Belkaïd
A los países occidentales les gustaría destruir a la Organización del Estado Islámico sin tener que llevar a cabo ninguna intervención terrestre, lo que exigiría pasar por una reunificación de las principales facciones armadas sirias y por la puesta en marcha de un proceso político de transición. Pero semejante escenario descuida numerosas realidades.