Las elecciones regionales de diciembre de 2015 corren el riesgo de volver a activar el mito de los "dos Frentes Nacionales": uno proteccionista y obrerista en el norte de Francia; otro, xenófobo e identitario en el sur. Promovida ampliamente en los medios de comunicación, esta división enmascara las distinciones geográficas reales del voto a la extrema derecha.