El movimiento alternativo a la prensa oficialista en Cuba surge hace cerca de dos décadas, como manifestación y reclamo al libre ejercicio del derecho a la libertad de expresión y de prensa, ante el férreo control que ejerce el Estado sobre los pocos medios informativos existentes. Ese momento marca la primera escisión entre los únicos periodistas cubanos “reconocidos” y los recién estrenados “independientes”, polémica de fondo y trasfondo que persiste hasta hoy.