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Ramón Casilda Béjar
En América Latina, las empresas «multilatinas» representan un hecho novedoso. Su origen se produce durante la década de 1990, aunque sus precedentes son anteriores. Desde entonces se han beneficiado ampliamente del buen momento económico de la región (aunque con altibajos) lo que impulsó sus resultados, y por tanto, la confianza de los inversores en sus respectivos países.
Se expandieron regionalmente en busca de mayor tamaño, diversificación y beneficios. El nombre fue acuñado por la revista América Economía en 1986, con el objetivo de describir las empresas locales que comenzaban a realizar negocios a lo largo y ancho de las Américas, para continuar con su expansión fuera de la región. Existe una amplia presencia internacional, siendo las multilatinas mexicanas líderes en sectores de actividad, sin embargo, el gran reto de internacionalización fuera de la región sigue vigente.
