María José Sánchez Usón
Orfeo ha sido tratado como inspiración y temática por la gran mayoría de artistas de todos los géneros, tiempos y lugares, atraídos, sin duda, por el imperecedero hechizo de su lira. Ante esto, cabe preguntarse de dónde viene la fascinación que ha contribuido a popularizar y preservar la historia órfica, y la respuesta nos conduce a diferentes orígenes: Primeramente, de la atractiva dualidad que conjuga su mito, dos extremos: el amor y la muerte; la luz, representada en la naturaleza en todo su esplendor y en la radiante Eurídice, y la oscuridad, contenida en sucatábasis o descensus ad inferos. Orfeo cautiva, también, por haber sido introductor de ritos y misterios, y, en suma, por toda la ambigüedad que rodea su vida y su muerte, susceptibles de un complejo simbolismo.