Los discursos racistas y negacionistas se sitúan en la frontera de los mensajes tolerables en una sociedad democrática. Este trabajo se propone explorar los límites a la libertad de expresión en el ordenamiento español, calificado como orden abierto y personalista, en contraste con el modelo militante acogido por el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Para después, una vez perfilado el contenido de esta libertad, someter a crítica constitucional la formulación de los delitos de negacionismo y de provocación al odio y a la violencia después de su reforma de 2015, desde una perspectiva constitucional-penal.