Paulo Duarte
Este artículo se propone de fomentar la constancia del impacto que supone la creciente presencia de China en América Latina. Dicha presencia, como argumentamos, causa un mixto de percepciones positivas y negativas en la región, que se niegan a ser consideradas como un conjunto homogéneo. Al respecto consideramos que estos sentimientos, en lugar de representar de forma vaga las percepciones que en se manifiestan respecto de China, son más acertadamente el resultado de las políticas que Pequín mantiene con cada Estado sudamericano, pues en cada uno de éstos últimos se llevan diferentes impresiones. Un ulterior elemento de complicación se deriva de la cuestión de los recursos: petróleo, gas natural y varios minerales más o menos abundantes según el país o la región y algunas actuaciones, tal vez no exentas de críticas, de algunos grupos chinos (de propiedad pública o privada) que operan en el área. A través de un método cualitativo, media un análisis hermenéutico, evidenciamos los inconvenientes de una concepción “triangular” de las relaciones entre China – America Latina – Estados Unidos, terminando con algunas recomendaciones geoestratégicas al fin de fomentar la cooperación en la región.
This paper aims to contribute to increase knowledge about the impact of China’s growing presence in Latin America. Such presence, as we argue here, causes a mixture of positive and negative perceptions in the region, which cannot be considered a homogeneous whole. Thus, instead of a positive or a negative feeling widespread in the region vis-à-vis China, we postulate that it is the nature of the relationship that Beijing maintains with each Latin American country, which explains that different States in the region display different perceptions toward China. Complicating the chess of the perceptions there is a history of oil, natural gas and several ores, more or less abundant according to each state in the region, and some practices, eventually susceptible of criticism, intrinsically linked to the behaviour of the various Chinese groups and companies (State-owned and non-State) which operate in the region. Based on a qualitative method, via the hermeneutic analysis, we underline the drawbacks inherent to a ‘triangular’ conception of the China-Latin America-United States relations, ending with some geostrategic recommendations in order to improve cooperation in the region.