Asistimos a lo que se puede denominar como una sociedad mediática. Se reflexiona, se actúa, se sensibiliza, se aprende, y se goza atreves de los medios de comunicación, en especial con la televisión; que se ha convertido en una de las actividades más habituales de las sociedades, occidentales, enmarcada dentro de las prácticas del ocio. Este empoderamiento de la televisión en los tiempos libres se da en gran medida a que nos ofrece una amplia gama de programas, donde el espectáculo, entreteniendo y repetición, se han constituido en una forma de narrativa de la cotidianidad.