Madrid, España
La teoría olsoniana de la acción colectiva (Olson, 1965) asume un modelo de racionalidad económica basado en un cálculo simple de costes y beneficios, que difícilmente puede ser sostenido en la actualidad, a la luz de los modelos de racionalidad propuestos recientemente por diversas líneas de investigación. Dentro de éstas, voy a detenerme en dos propuestas concretas, a saber: la teoría de juegos evolutiva y, sobre todo, la teoría de la racionalidad limitada. Ambas alternativas se muestran especialmente fértiles a la hora de proponer modelos que no necesitan de una racionalidad maximizadora, ni de entornos de información completa y perfecta. Sus planteamientos, basados en la posibilidad de aprendizaje de los individuos a lo largo del tiempo, contribuyen al análisis del surgimiento de normas sociales, algo tan necesario para la resolución de problemas relacionados con la cooperación. Pues bien, la apuesta que se realiza en este artículo es que estas dos novedosas aportaciones posibilitan un avance fundamental en el estudio de la acción colectiva.
The Olsonian theory of collective action (Olson, 1965) assumes a model of economic rationality, based on a simple calculus between costs and benefits, that can be hardly hold at present, given the models of rationality proposed recently by several fields of research. In relation to these fields, I will concentrate in two specific proposals, namely: evolutionary game theory and, over all, the theory of bounded rationality. Both alternatives are specially fruitful in order to propose models that do not need a maximizing rationality, or environments of complete and perfect information. Their approaches, based on the possibility of individual learning over the time, have contributed to the analysis of the emergence of social norms, which is something really necessary to the resolution of problems related to cooperation. Thus, this article asserts that these two new theoretical contributions make feasible a fundamental advance in the study of collective action.