La larga crisis que se inició en 2008 es en realidad la combinación de tres crisis en una: la crisis financiera, la crisis económica y la crisis fiscal del Estado. Esas crisis nos han permitido ver fallos importantes en el funcionamiento de nuestras economías de mercado pero también a nivel del sistema político y de la propia sociedad civil. Estos fallos an contribuido tanto a la generación de esas crisis como a intensificar sus efectos y requieren reformas. En este artículo no hemos entrado en el contenido y la estrategia de implementación de estas reformas. Solo hemos puesto de manifiesto los límites que tiene el análisis económico por si solo a la hora de orientar esas reformas. Esos límites del conocimiento nos han llevado a resaltar la importancia de la democracia y de una sociedad civil activa, fuerte e independiente a la hora de reequilibrar ciertas tendencias que, en ausencia de un control social, muestran tanto el funcionamiento de los mercados como las políticas.
he long crisis that began in 2008 is actually the combination of three crises in one: the financial crisis, the economic crisis and the fiscal crisis of the State. These crises have shown up important failings in the operation of our market economies and also in the political system and civil society itself. These failings have contributed both to the generation of these crises and to the intensification of their effects, and they require reforms. In this article we have not entered into the content of these reforms or an implementation strategy for them. We have merely made clear the limits of an economic analysis alone when it comes to guiding these reforms. These limits of knowledge have led us to stress the importance of democracy and an active, strong, independent civil society when it comes to rebalancing certain trends which, in the absence of social control, are shown by the operation of both markets and politics.