Disconforme por no haber conseguido en junio una mayoría para fortalecer su poder y sus atribuciones, Recep Tayyip Erdogan quiere convocar nuevas elecciones legislativas. Para aumentar sus posibilidades, el jefe de fila de los islamistas conservadores endurece la represión hacia sus opositores, apuntando prioritariamente a las fuerzas progresistas y a los kurdos, tanto dentro como fuera de las fronteras de Turquía.