Tras el acuerdo nuclear firmado en julio, la perspectiva de un levantamiento de las sanciones contra el régimen de Teherán debería permitir, en breve, la reactivación de su economía damnificada. Pero los dirigentes de la República Islámica tendrán que definir el tipo de reformas que piensan implementar para acompañar esa reactivación. La apertura política interna, muy incierta, dependerá de dos importantes citas electorales en 2016.