Farid Benhammou, Rémy Marion
El oso polar se ha convertido en el símbolo de una biodiversidad en peligro por la amenaza del calentamiento global. Sin embargo, resulta imposible disociar la protección de la especie de los objetivos geopolíticos ligados a un territorio codiciado como es el Ártico. Se trata de una dimensión de la que las organizaciones medioambientales no siempre son conscientes, de la misma forma que no siempre evalúan el papel de los pueblos autóctonos.