Alessandra Paradisi
Hay que admitir que el espíritu creado en 1995 por la llamada Declaración de Barcelona, cuyo principal objetivo implicaba lograr la paz, la estabilidad y el crecimiento económico en la región euromediterránea, ha perdido toda su fuerza. Por muchas y diversas razones (los atentados del 11 de septiembre y el cambio en las políticas de seguridad internacionales, la crisis económica en Europa y, más tarde, la primavera árabe), la Política Europea de Vecindad (PEV) ha venido a reemplazar por completo al Partenariado Euromediterráneo. Tampoco el nacimiento de la UpM ha resultado hasta ahora de mucha ayuda en el desarrollo de la cooperación política e institucional en la región. Para recuperar el espíritu de Barcelona veinte años después, hay que establecer de manera concreta un marco institucional basado en el entendimiento mutuo y el trabajo conjunto entre los diferentes países mediterráneos. Para ello, los medios audiovisuales deben poder proporcionar una información imparcial, evitando un punto de vista único. La Conferencia Permanente del Audiovisual Mediterráneo (COPEAM) nació en 1994 con el objetivo de implementar formas de cooperación nuevas y eficaces en la televisión, la radio y la web para promover un nuevo imaginario colectivo en el Mediterráneo, muy alejado de los prejuicios y la falta de entendimiento. Una experiencia coronada por el éxito que desde el principio ha encarnado la visión de Barcelona