Esther Fouchier
La Declaración de Barcelona de 1995, hizo de los derechos humanos en general la piedra angular del Partenariado, pero apenas mencionó los derechos de la mujer, salvo para subrayar el papel fundamental que esta ha desempeñado en el desarrollo y la necesidad de promover su participación activa en la vida económica y social. No obstante, el logro de los objetivos del Partenariado euromediterráneo no se puede concebir sin la plena participación de las mujeres. La falta de una legislación igualitaria y las mentalidades retrógradas constituyen un auténtico freno para el pleno ejercicio de la ciudadanía por parte de las mujeres