El propósito de este artículo es mostrar cuáles han sido los efectos de la influencia rusa en el Caribe. Específicamente, se intentará demostrar que el incremento de las actividades económicas y militares de Rusia en países como Venezuela y Nicaragua está generando una nueva distribución del poder en la región y un comportamiento político internacional basado en la política del equilibrio del poder. Esta tendencia se manifiesta en varios sentidos: a. Rusia busca equilibrarse con Estados Unidos; b. países como Nicaragua y Venezuela aprovechan esta nueva distribución del poder para generar mecanismos de contención frente a Estados Unidos o sus aliados regionales, como Colombia; y c. el Estado colombiano ha tenido que adoptar una estrategia defensiva o equilibrista para gestionar sus intereses con esos países.