Nielson Sánchez Stewart
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el pasado 30 de junio, se ha pronunciado sobre una vieja cuestión en la que se confrontan dos valores dignos de protección y a los que la Constitución Española da carácter de derechos fundamentales: el derecho a la libertad de expresión (artículo 20.1 CE) y el derecho al honor y a la propia imagen (artículo 18.1 CE). El conflicto se produce con frecuencia porque al manifestar una opinión puede ofenderse. El concepto de ofensa es eminentemente relativo y hay quien se siente agraviado por una nadería y quien, por su carácter u otra circunstancia adopta otra posición diametralmente opuesta.