El objetivo de este trabajo es examinar la relación íntima entre la familia y la educación y revelar las implicaciones sociales y educativas subyacentes del primero sobre el segundo, en concreto en la unión parental, participación de los padres, la estructura familiar (es decir, la composición del hogar, definida por la presencia o no presencia de la figura del padre y de la madre), y la práctica religiosa. Esta revisión considera estas categorías relacionadas entre sí y como los principales factores determinantes del éxito o el fracaso escolar de los niños. A partir de la revisión de la literatura, dibujamos cuatro observaciones principales: (1) las familias protectoras representan el mejor de todos los resultados educativos medibles, (2) la participación de padres, declarada en una fuerte unidad parental, mejora fuertemente los resultados educativos y la conducta, (3) los niños de familias biológicas de dos padres casados poseen un mejor rendimiento académico en todo el espectro, y (4) la práctica religiosa, mediada a través de la familia, protege y mejora el nivel de educación de los niños. En conjunto, estos datos suponen un ejemplo convincente para la estrecha relación entre la educación y la familia.
The aim of this paper is to examine the intimate link between family and education and reveal the underlying social and educational implications of the former on the latter, concentrating on parental union, parental involvement, family structure (i.e. the composition of a household, defined by the presence or non-presence of father and mother figures), and religious practice. This review considers these categories as interrelated and as major determinants of children’s educational success or failure. From our review of the literature, we draw four major observations: (1) intact families perform the best on all measurable educational outcomes; (2) parental involvement, predicated on strong parental unity, strongly improves educational outcomes and behavior; (3) the children of married twoparent biological family perform best academically across the spectrum; and (4) religious practice, mediated through the family, protects and improves the educational attainment of children. Together, these data make a compelling case for the close connection between education and family.