El autor ve el futuro de las relaciones laborales en Europa dependiente de la resolución de tres paradojas actuales relacionadas con los mercados de trabajo, la dinámica sindical y la política de la UE: la individualización de la relación de trabajo frente a la falsa autonomía del individuo y su vulnerabilidad en aumento; el número cada vez mayor de trabajadores precarios necesitados de protección frente a su baja tasa de sindicación y la incapacidad de los sindicatos de conectar con ellos a pesar de la disminución de sus miembros, y la posición actual de la UE, orientada al mercado, que alienta condiciones de empleo conducentes a un revés político contra sí misma.