Lori Wallach
La resistencia contra la ola del comercio sin límites comienza a tener eco entre los parlamentarios estadounidenses, que han expresado su disgusto ante la ratificación acelerada del nuevo tratado de libre comercio deseada por Barack Obama. Dos décadas después, el abrumador balance del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) apenas debería animarlos a seguir en esa dirección.