El impacto que ha tenido la actual crisis económica sobre las haciendas municipales se ha acentuado notablemente al depender en gran medida sus ingresos del pulso de la coyuntura inmobiliaria. El pinchazo de la enorme burbuja inmobiliaria hizo que los ingresos de las Administraciones locales y regionales cayeran en mucho mayor medida que la renta nacional o el IRPF, al depender más de figuras tributarias relacionadas con las plusvalías y el crecimiento inmobiliario. Ahora, cuando la crisis induce a revisar el modelo de financiación de estas Administraciones, parece importante subrayar que no cabe enjuiciar la financiación y la gestión municipal sin tener en cuenta el modelo inmobiliario del que forman parte. El autor expone una breve reflexión, que será completada en número siguiente de Papeles con un estudio comparado más amplio sobre este tema capital.