María Clemencia Ardila Franco, Ana Elsa Vargas Espinosa
El propósito de este artículo es determinar la importancia presente y futura que tiene para la organización el desarrollo integral previo de los individuos que se incorporarán a ella. La reflexión fue producto de la revisión de diferentes teorías, teniendo en cuenta aspectos como formación y relación equilibrada de los componentes intelectuales, psicológicos, espirituales y corporales del individuo. Donde la madurez, la integridad y los valores definen un crecimiento continuo en convicciones, discernimiento, compromiso, confianza y seguridad, que integrado a través de su visión futura, en los diferentes ambientes, roles y comportamientos laborales, potencian una evolución innovativa permanente. En consecuencia la organización debe proyectar y proponer diferentes retos a los colaboradores dentro de sus estrategias, sin olvidar que el punto de partida y las competencias de entrada son la plataforma de la productividad y competitividad dirigidas al logro de los ideales individuales, conjuntamente con los objetivos estratégicos organizacionales.