María Nieves Pacheco Jiménez
El avance de la tecnología facilita al consumidor numerosas tareas (con los consiguientes riesgos de mal manejo, fraudes o ataques cibernéticos), entre ellas los pagos por Internet, lo que supone la necesidad de los proveedores de servicios de pago de adaptarse a las nuevas circunstancias dadas en el entorno web. Se hace precisa una óptima intervención del legislador y de las autoridades competentes con la finalidad de fomentar un sistema de pago seguro que genere plena confianza al consumidor/usuario. Una muestra de ello viene dada por la Autoridad Bancaria Europea que, con sus directrices sobre seguridad en los pagos por Internet, realiza una serie de recomendaciones para asentar un estándar mínimo de seguridad. Este estudio contextualiza y analiza las mencionadas directrices, así como su impacto en el ámbito de la ciberseguridad