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Este breve relato integrado en El Aleph da cuenta de múltiples lecturas, tantas cuantas disciplinas puedan existir.
Nuestro enfoque da a conocer la disquisición de tres ámbitos en la enunciación del poder: el ámbito contestatario en el que su protagonista Asterión refutará las acusaciones que pesan sobre él, acusaciones de los otros, ya que se encuentra frente a un interlocutor imaginario que en algún momento será castigado.
El segundo ámbito es el que rotulamos de intimista tanto como portador de indicios claves en el que Asterión deja traslucir su más profunda soledad . Dicha soledad lo humaniza pero al tiempo lo sigue erigiendo en eje vertebrador de poder.
Finalmente abordamos el cambio en la enunciación del yo para circunscribirnos en el diálogo: Teseo-Ariadna.El poder enunciativo está en Teseo pero se trata del mismo poder, el de los dos reyes, dos seres que en definitiva se plasman en uno solo.
