El objetivo de este artículo es analizar la contraloría social como mecanismo para impulsar la rendición de cuentas vertical. La investigación es de tipo documental, fundamentada en teorías de contraloría social y rendición de cuentas desarrolladas por autores como: González (2012), Cunill (2009), Llerenes (2007), Hevia (2006), Schedler (2004) y Ugalde (2002), entre otros. Se concluye que la contraloría social, necesaria para promover la rendición de cuentas vertical de los funcionarios y gobernantes, está condicionada por la relación de dependencia con los poderes públicos y la capacidad para hacer valer la legalidad y las garantías ciudadanas. Si se trata de crear órganos específicos para el ejercicio de la misma, como los consejos comunales, se necesita que en su conformación se asegure la independencia del Estado y se les dote de suficiente flexibilidad e información para que puedan convertirse en actores directos del control social. Asimismo, se les debe proveer de la capacidad técnica y sancionatoria a través de recursos judiciales, y no solo limitarlos a castigar a sus gobernantes con el voto. El reto es potenciar la contraloría social ampliando su autonomía, flexibilidad y capacidad sancionatoria, de modo que no se convierta en un mecanismo de participación decorativa usado solo para avalar acciones gubernamentales, sino en un mecanismo efectivo de rendición de cuentas vertical a través del cual los ciudadanos puedan evaluar, juzgar, verificar y sancionar colectivamente la acción del gobierno y exigir que sus funcionarios y gobernantes se hagan responsables por el uso de los recursos públicos y las políticas adoptadas.
The objective of this article is to analyze social control as a mechanism for vertical accountability. The research is documentary, based on theories of social control and accountability developed by authors such as: González (2012), Cunill (2009), Llerenes (2007), Hevia (2006), Schedler (2004) and Ugalde (2002), among others. We conclude that the social control necessary to promote vertical accountability of officials and governments is determined by the relationship of dependency with the government and the capacity to enforce the law and citizens' rights. If it comes to creating specific organs for the exercise of such, as the community councils, it is necessary that in their conformation state independence is assured and to equip them with sufficient flexibility and information to enable them to become direct stakeholders of social control. Furthermore, they should provide technical abilities and impose penalties through court actions, and not just limit them to punish their rulers with the vote. The challenge is to enhance social control expanding their autonomy, flexibility and impose penalties so that it does not become a mechanism for decorative participation used only to endorse government action, but an effective mechanism of vertical accountability through which the citizens can evaluate, assess, verify and collectively punish the government action and demand that their officials and governments are held accountable for the use of public resources and policies adopted.