Alejandra Salas-Porras Soulé
La recomposición de las élites políticas mexicanas durante la década de los ochenta se entrevera con la transformación del modelo de desarrollo: de uno predominantemente proteccionista y nacionalista a un modelo de corte neoliberal y aperturista. Dicha transformación he implicado cambios de fondo en las prácticas sociales de las élites políticas. A partir de una base de datos que incluye a todos los funcionarios más importantes del período 1988-2014, se investigan los mecanismos que estructuraron una red de poder transexenal y transnacional en México, así como los factores que favorecieron la organización de un campo de poder que se centra cada vez más en la frontera entre los espacios nacionales, regionales y globales. Entre dichos mecanismos, encontramos: el contexto histórico internacional; la formación de equipos de trabajo con una visión del mundo predominantemente neoliberal; las trayectorias de los funcionarios; las reformas impulsadas; el fluido tránsito entre posiciones públicas y privadas; y las muy diversas relaciones que este grupo de funcionarios sostiene con organizaciones y otros actores transnacionales. Se concluye que las nuevas prácticas sociales de las élites no sólo obstaculizan y socavan la formación de bienes públicos y de estructuras autónomas con la capacidad para planificar en función de un interés general, sino que promueven la depredación institucional.
The recomposition of Mexican political elites during the 1980s overlaps with the transformation of a development model that shifted from a basically protectionist and nationalistic model to a neo-liberal and open-oriented one. Such a switch has implied far-reaching changes in the social practices of political elites. Based on a record that contains each high-rank official during the 1988-2014 period, the mechanisms having established a transnational power network crossing from one presidential term to the next are reviewed, as well as those factors that favored the organization of a power field increasingly focused on the border between the national, regional and global spaces. Some of those mechanisms include the international historical context; the creation of working teams with a basically neo-liberal worldview; the trajectories of the high-rank officers; the reforms that have been driven; the fluent transit among public and private positions, and the highly varied relationships established between this group of officials and transnational actors and organizations. It is concluded that the elites’ new social practices do not only hamper and challenge the creation of public goods and autonomous structures with the capacity of planning according to the general interest, but they also encourage institutional depredation.