Humberto Quiceno Castrillón
En este texto se hace una reflexión sobre la formación profesional. En primer lugar es importante considerar que la formación profesional es un concepto, lo cual quiere decir que tiene una historia, componentes, relaciones con otros conceptos y significados. Reflexionar sobre la formación profesional como concepto significa apartarse de entender la formación como una actividad curricular. Esta comparación es fundamental para entender el concepto de formación, cuya historia nos muestra dos modelos que han servido para su fundamentación: un primer modelo de formación define este concepto en relación con la productividad, el mundo del trabajo y la institución. Un segundo modelo lo acerca a la información, ya no propiamente del mundo del trabajo sino del mundo simbólico, del mercado y de las redes de información. El paso de la formación clásica a la actual formación es lo que se conoce como formación profesional; en esta formación desaparece la importancia que en el primer modelo formativo tenía el sujeto, el espíritu y el cuerpo, que son sustituidos por la formación mental o formación en conocimientos. Una alternativa formativa es pensar la formación profesional de un modo crítico lo cual significa formar el sujeto desde una cultura ética y estética.