Los propietarios finales de las empresas estarán obligados a inscribirse en un registro central que aglutine a todos los países de la UE, registro que deberá ser accesible a las personas con un «interés legítimo», tales como periodistas de investigación y otros ciudadanos interesados. Esto es posible gracias al acuerdo alcanzado el 16 de diciembre de 2014 entre el Parlamento Europeo y el Consejo para sacar adelante una nueva directiva sobre blanqueo de capitales. La nueva normativa exigirá también a los bancos, auditores, abogados, agentes inmobiliarios y los casinos, entre otras entidades, a ser más vigilantes con las transacciones hechas por sus clientes.