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Elena Leiñena Mendizábal
Desde la perspectiva económica, hoy en día es habitual que las empresas decidan externalizar las actividades de aprovisionamiento y distribución de productos en el mercado (outsourcing), recurriendo para ello a la relación de prestación de servicios logísticos, con objeto de reducir costes de almacenamiento y transporte de mercancías, aumentando así su eficiencia. Esta circunstancia hace que la relación jurídica de logística sea una relación en auge y de gran importancia en el ámbito empresarial. A pesar del alcance de la actividad logística, así como de las constantes reivindicaciones del sector a favor de su regulación, la figura no está tipificada en nuestro ordenamiento jurídico (de ahí su atipicidad) y, dada la exclusión del régimen jurídico del contrato de logística de la reciente Propuesta de Código mercantil, de 7 de junio de 2013 (en adelante PCM), no parece que la intención del legislador vaya en ese sentido. Esta circunstancia no nos impide, sin embargo, proponer la articulación jurídica de la relación de logística, atendiendo, por una parte, al conjunto de las actividades que la integran: aprovisionamiento, transporte, almacenamiento, tareas de valor añadido y distribución, y por otra, a las novedades de la Propuesta que afectan a los contratos de depósito, distribución, así como a la normativa del transporte. Con objeto de apoyar la anterior propuesta, este estudio pretende articular el elenco de singularidades que integran el contenido del contrato de logística en un marco ordenado y condicionado por las habituales obligaciones de las partes, configurando así un modelo o guía funcional de los elementos que lo componen, susceptible de considerarse en caso de una futura regulación. Es sabido que la diversidad de actividades que integra la relación jurídica de logística condiciona el contenido del contrato. Partiendo de esa pluralidad de actividades, cada relación tiene un elenco de obligaciones específicas diferente, según se trate de un contrato de logística de aprovisionamiento o de distribución. De ahí que resulte complejo perfilar un modelo general y válido para cualquier contrato de esta naturaleza. Sin embargo, esa circunstancia no afecta a los requisitos esenciales y mínimos que han de integrar las prestaciones logísticas. En este sentido, el estudio expone las principales estipulaciones que han de integrar el contenido de un contrato de logística de distribución de productos o mercancías, en el caso de que el transporte se realice por carretera.
