El primer ministro Shinzo Abe y su Partido Liberal Democrático ganaron las elecciones legislativas anticipadas del pasado 14 de diciembre. A pesar del nivel de abstención récord (47,4%), el Gobierno tendrá las manos libres durante los próximos cuatro años para iniciar reformas estructurales impopulares, entre las cuales está la adopción de una política de inmigración que apunta a hacer frente al descenso acelerado de la población.