A partir de un trabajo de campo en el estado malayo de Penang, los autores contribuyen a comprender la no declaración y la subestimación del trabajo informal femenino en las encuestas de población activa. Señalan los sesgos derivados de los métodos de recopilación de datos y, partiendo del concepto de agencia, demuestran que las propias mujeres actúan por motivos estratégicos: declarándose como amas de casa y considerando sus actividades remunerativas como prolongación de sus tareas domésticas evitan enfrentarse a la norma social de género preservando al mismo tiempo sus intereses en lo que respecta al trabajo fuera del hogar.