Almudena Cabezas González , David Berná Serna
Denominamos �lo femenino� a un espacio amplio, un exterior constitutivo, en el que se ubica, como negativo, todo aquello que carece de las características definitorias de lo masculino. Y consideramos que su construcción, en distintos momentos y espacios de la modernidad, es fundamental para el abordaje de las violencias fruto de las tecnologías del género. A través de un diálogo entre las geopolíticas críticas feministas, la teoría queer y el pensamiento decolonial, analizamos las ficciones políticas de la masculinidad y la feminidad como artefactos violentos, domesticadores y creadores de desigualdades. Las tecnologías de la raza, el sexo y el cuerpo moldearán a los individuos en la desigualdad y la violencia, legitimando las jerarquías espaciales que consolidan la hegemonía occidental y las formas de circulación del saber-poder. Nos interesa conocer los procesos político-discursivos a través de los cuales se han construido los cuerpos y las identidades situadas en lo femenino y como actúan generando violencia hacia aquellos sujetos no hombres (mujeres, homosexuales, personas con minusvalías, prostitutas, etcétera). Por eso, prestamos atención a los aparatos biopolíticos que ponen en marcha tecnologías y dispositivos somatopolíticos que domestican, sujetan y disciplinan la vida de las poblaciones con el objetivo de construir cuerpos nacionales dóciles, fuertes y reproductivos a partir de ficciones políticas vivas identitarias. A modo de genealogía abordamos la construcción del artefacto �lo femenino�, la creación de la identidad homosexual y las diferentes formas de violencia a partir de la consolidación de los estados-nación europeos y las formas del imperialismo decimonónico.