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José Ramón Díaz de Durana Ortiz de Urbina 
El año 1332 supone la integración de Alava al Reino de Castilla, bajo el reinado de Alfonso VIII, con gran trascendencia para la futura organización política del territorio. En el trasfondo de la reunión celebrada en Arriaga están las graves dificultades que en todos los órdenes afecta a la sociedad alavesa, y sobre todo a la clase señorial alavesa. Entre los S.XI-XIII el crecimiento alavés se traduce en la extensión del área cultivada y creación de nuevos centro aldeanos y la renta señorial aumenta, pero ya en la segunda mitad del S.XIII, se produce un estancamiento de la producción y la renta sufre un descenso, los campesinos emigran a las villas. Se generaliza una violencia señorial que se traduce en la formación de hermandades entre diferentes villas para luchar contra la nobleza alavesa. Una serie de circunstancias adversas provocaron el traspaso de las tierras señoriales al realengo en 1332. A cambio los nobles alaveses obtuvieron una serie de privilegios: exención de impuestos, derecho de persecución sobre los campesinos que abandonan los solares, derechos comunales.
