Lamia Oualalou
En 2002, la elección de un representante del Partido de los Trabajadores a la presidencia de Brasil provocó un seísmo político. En octubre de 2014, una derrota de este Partido desencadenaría un segundo seísmo. La inesperada candidatura de Marina Silva consigue reunir a los opositores de la actual presidenta Dilma Roussef: una parte de la clase media, la patronal y las iglesias evangélicas, particularmente poderosas en el país.