El próximo 26 de octubre, cuando los tunecinos elijan una nueva Asamblea Nacional despertarán las esperanzas de la �primavera árabe�. La población mide su abandono y la hipocresía de los occidentales en el caos libio, la guerra siria o el nuevo autoritarismo egipcio. La ayuda económica internacional, prometida con la mano en el corazón en la ciudad balneario francesa de Deauville en 2011, no ha llegado.