Desde el fin de la guerra fría, EE UU busca un concepto que oriente la renovación de su política exterior. Veinticinco años después, cuando la "pax americana" concluye su ciclo, sigue sin encontrarlo. Ideas no faltan.
Still ours to Lead: America, Rising Powers and the Tension Between Rivalry and Restraint Bruce Jones Washington: Brookings Institution 2014, 276 págs.
Maxwell's Demon and the Golden Apple: Global Discord in the New Millennium Randall L. Schweller Baltimore: Johns Hopkins University 2014, 216 págs.
Sharing Power? Prospects for a U.S. Concert-Balance Strategy Patrick Porter Carlisle Barracks: Strategic Studies Institute and U.S. Army War College Press, 2013, 96 págs.
La irrupción del Estado Islámico en Irak y Siria, la crisis de Ucrania, la presión de Pekín en defensa de sus reclamaciones territoriales en los mares de China Oriental y Meridional y la crisis del ébola en África, han creado un escenario de incertidumbre internacional que pone también a prueba el liderazgo de Estados Unidos. Pese a las críticas a la administración de Barack Obama, son hechos que reflejan la creciente complejidad del sistema global y los límites del poder estadounidense, más que el fracaso de una determinada política exterior. No obstante, revelan asimismo la necesidad de que EE UU reajuste su estrategia a una nueva era.