Con la publicación de la Ley de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, se ha dado un paso importante en el desarrollo y alcance de los que hemos denominado sus tres pilares: incrementar y reforzar la transparencia en la actividad pública, garantizar el acceso a la información por los ciudadanos y establecer las obligaciones de buen gobierno. No obstante, serán necesarios estudios más amplios y profundos para comprobar su efectividad y poner los medios necesarios ante los problemas que puede generar. En este trabajo hacemos una primera presentación sobre estas cuestiones.