Jérémie Fosse
El Mediterráneo vive un período de cambio que proclama la necesidad de un desarrollo sostenible de cara a los nuevos desafíos que plantea la globalización, cuyos efectos (por ejemplo, la sobrepesca y la contaminación atmosférica e hídrica) hacen de esta zona una de las más vulnerables y afectadas del planeta. Pero, en este contexto, la población empieza a rebelarse contra los responsables políticos y exige una nueva política medioambiental que ponga fin a un proceso que nos lleva al agotamiento de los recursos. La Unión Europea y una nueva composición social y económica ofrecen opciones para una nueva gestión del agua y los espacios, como las energías renovables o las llamadas «ciudades verdes»