Actualmente, existen varias razones por las que Israel debe recordar que es parte integral, desde el punto de vista geográfico e histórico, del Mediterráneo. La continua hostilidad de la mayoría de los países mediterráneos hacia Israel, la inmensa dependencia de este respecto a Estados Unidos y la creciente modernización tecnológica en todo el mundo han convertido la identidad israelí actual en típicamente occidental, y los ojos de sus habitantes no miran hacia los países de la cuenca del Mediterráneo, sino hacia Europa Occidental y Norteamérica como modelos de inspiración y ejemplos a imitar. Los israelíes deberían recordar su historia y tener presente que la identidad mediterránea es una identidad espléndida. En la cuenca mediterránea nacieron y se desarrollaron las grandes civilizaciones. No es posible que los judíos, que fueron huéspedes activos e implicados lo mismo en el mundo islámico que en el mundo cristiano, no vayan a contribuir ahora decisivamente también en la identidad mediterránea que incluye su identidad judía histórica