Franco Ricci
Nuestra visón de las revoluciones en el mundo árabe adolece, en gran parte de Europa, de unas actitudes arcaicas y poscoloniales. Si no logramos deshacernos de ellas y seguimos pensando solo en beneficios materiales, nos quedaremos al margen y veremos cómo el despertar árabe se convierte en un crepúsculo de renovado descontento y segregación. Al observar las revoluciones que han tenido lugar en los países del sur, uno tiene la impresión de que un fantasma recorre el mundo y que, por primera vez en la era moderna, avanza de sur a norte. Desde una perspectiva simbólica esto no resulta nada insignificante. Es portador de cosas viejas y nuevas, pero lo más importante es que viene a decir que el cambio es posible