Estudiar las migraciones internacionales implica, entre otros, indagar las posibilidades de construcción de una ciudadanía universal. La superposición (o la yuxtaposición) de las migraciones y la ciudadanía en el contexto de la sociedad global incita a explorar los límites y los alcances de la extensión de la ciudadanía a los trabajadores extranjeros en su país de destino, sin abandonar sus lazos con el país de origen. Entonces, explora la relación existente entre nacionalidad y ciudadanía con el fin de cuestionar la perspectiva hegemónica de la modernidad eurocéntrica sobre ciudadanía, vinculada a la nacionalidad. El artículo aboga por una ciudanía universal, mediante una orientación política pluralista, denominada “política pública de extranjería” acerca de las migraciones que llegan al país de destino. Este modelo pluralista de la ciudadanía y de esta política es el que posibilita el acceso a los derechos ciudadanos universales de los inmigrantes en su país de destino sin perder el apego a su país natal.