Ante el contexto de crisis económica y de credibilidad que atraviesa el sector de la comunicación actualmente, el futuro del periodismo va a estar determinado por la confianza de las audiencias, su implicación y su participación en los procesos y en los productos periodísticos. En este artículo se explora, mediante encuestas sociológicas on-line dirigidas a periodistas y futuros profesionales de la información andaluces, el conocimiento y la experiencia que estos tienen sobre el llamado «crowdfunding» o micromecenazgo. Esta fórmula otorga a los ciudadanos el poder de decidir, mediante sus aportaciones, qué proyectos se materializan, y ha posibilitado ya el arranque de micromedios y otras iniciativas innovadoras, también en España, especialmente ante la eclosión, en el último lustro, de plataformas virtuales especializadas en lanzar campañas y de los llamados «social media» que facilitan su difusión. Los resultados muestran que, aunque periodistas y estudiantes de Periodismo están familiarizados con el fenómeno del crowdfunding, existen lagunas formativas y son pocos quienes cuentan con experiencia directa, como impulsores o financiadores, de proyectos. A pesar de ello, la percepción sobre el potencial de esta fórmula para la innovación y el emprendimiento en el ámbito periodístico es positiva, salvo cuestiones relacionadas con la independencia económica y la viabilidad, a medio plazo, de los proyectos arrancados. Contar con estudiantes y periodistas como parte de la muestra permite trazar, además, una primera visión prospectiva del micromecenazgo.
In the context of the financial and credibility crisis, which currently permeates the communication sector, the future of journalism is going to be decided by the confidence of the audiences and their involvement and participation in journalistic processes and products. Based on online sociological surveys, this article explores the knowledge and experience of crowdfunding of Andalusian journalists and students of journalism. This approach gives citizens the power to decide, through their contributions, which projects will go ahead, and it has facilitated the start-up of micromedia and other innovative initiatives, including in Spain, especially due to the emergence in the last five years, of virtual platforms specialising in launching campaigns and social media which facilitate their spread. The results show that, although journalists and journalism students are familiar with the phenomenon of crowdfunding, there are training gaps and few of them have direct experience as initiators or funders of projects. However, the perception of the potential of this approach for innovation and entrepreneurship in journalism is positive, except for those issues related to the financial independence and viability in the medium-term of the projects which have been started. The use of students and journalists in the sample, moreover, allows us to outline the first prospective view of crowdfunding.