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A lo largo del 2002 y la primera parte de 2003, George W. Bush aseguró que Irak buscaba armas de destrucción masiva. Más tarde se comprobó que sus alegaciones sobre los programas de Bagdad no eran ciertas. Bush creía sincera pero incorrectamente que Irak buscaba armas biológicas, químicas y nucleares a pesar de numerosas pruebas en contra de esa creencia. ¿Por qué el cuadragésimo tercer presidente creía que Irak desarrollaba estas capacidades a pesar de la falta de pruebas a su favor? Utilizamos el Análisis de Rasgos de Liderazgo de Margaret Hermann para argumentar que el nivel excepcionalmente alto de desconfianza en los demás, manifestado por Bush, puede explicar sus falsas creencias sobre Irak, así como el proceso de decisión de iniciar la guerra en Irak en 2003. La desconfianza en otros es una variable poderosa que se puede aplicar a muchos casos para entender mejor el cómo y el porqué del liderazgo y del proceso de decisiones en el ámbito de la política internacional.
Throughout 2002 and early 2003, George W. Bush claimed Iraq was seeking weapons of mass destruction. His allegations about Baghdad's programs were later shown to be false. He genuinely, but incorrectly, believed that Iraq was seeking biological, chemical, and nuclear weapons despite substantial evidence that contradicted his beliefs. Why did the 43rd president believe that Iraq was developing these capabilities despite a lack of confirming evidence? I use Margaret Hermann's Leadership Trait Analysis to argue that Bush manifests unusually high levels of distrust of others and that this accounts for his incorrect beliefs about Iraq. Finally, this finding is significant because it suggests that distrust of others is a powerful variable that may be applied to a range of cases to better understand the how and why of leadership and decision-making in international politics.
