José Luis Sánchez Gavi, Adriana Sletza Ortega Ramírez
El artículo analiza el papel que la Iglesia Católica ha desempeñado frente a los migrantes en el escenario religioso de los Estados Unidos. Se muestra cómo la institución religiosa ha asumido un papel relevante no sólo en el plano asistencial, sino sus acciones para incorporarlos a sus nuevos entornos, aceptando rasgos distintivos o particularidades de sus cultos locales; el más sobresaliente, sin duda, es el culto de la Virgen de Guadalupe. Observamos cómo asume una postura social, trabaja en el terreno educativo y toma un rol político en la discusión de la reforma migratoria. Un caso singular que se analiza es el del estado de Utah, estado de migración reciente, tanto interna como externa.
La llegada de inmigrantes ha provocado cambios que se aprecian en los vecindarios, con su indisoluble sello étnico, cultural y religioso. El panorama sombrío que se cernía sobre la Iglesia y el catolicismo estadounidense ha sido revertido con la incontenible ola inmigratoria, principalmente de mexicanos, católicos en su mayoría, lo que no sólo ha frenado la caída del catolicismo sino que lo ha relanzado con un nuevo e inusitado impulso.
The article analyzes the role that the Catholic Church has played against migrants in the church going landscape of the United States. It shows it as a Religious institution that has assumed an important role not only in the care level, but their actions for incorporation into their new environments, accepting distinctive features or peculiarities of their local cults, the most remarkable, certainly, is the cult of Virgin of Guadalupe. We watched to assume a social position, working in the educational field and take a political role in the discussion of immigration reform. A singular case in question is the state of Utah, State of recent migration, both internal and external. The arrival of immigrants has brought changes seen in neighborhoods, with an unbreakable ethnic, cultural and religious stamp. The bleak picture that hung over the Church, and American Catholicism was reversed by the irrepressible wave of immigration, primarily from Mexican, mostly Catholics, which has not only slowed the decline of Catholicism but has re-launched with a new and unusual impulse.