Los trabajadores pasan gran parte de su tiempo en la empresa utilizando, muchas veces, las herramientas informáticas que les brinda el empleador, para realizar actividades con fines particulares. Ello genera una serie de problemas jurídicos de importante envergadura, sobre todo cuando no existe una regulación expresa que disponga cuál debe ser la conducta de los trabajadores al respecto. El deber de buena fe, que obliga tanto a trabajadores como a empresarios, y su ajuste a las características propias de la relación laboral adquiere, en estos casos, un matiz de singular importancia. Este artículo se avocará por entero a esbozar el desarrollo de la doctrina jurisprudencial sobre el uso del ordenador en la empresa para luego proceder al análisis de la última sentencia sobre esta materia emitida por el Tribunal Constitucional: STC 241/ 2012 de 17 de diciembre.