La situación laboral de los investigadores ha venido siendo tradicionalmente precaria en las primeras etapas de su incorporación a la tarea de investigación, recientes modificaciones normativas han querido cambiar la situación precedente pero esa realidad sigue siendo tozuda, no alcanzándose condiciones justas de trabajo. Se ha optado por un diseño completo de tipologías específicas de contratos laborales para el personal investigador, que les permita avanzar en la consolidación de sus carreras afianzando su profesionalidad (contrato predoctoral, contrato de acceso al sistema español de ciencia, tecnología e innovación, contrato de investigador distinguido, contratos de personal fijo y el recurso a contratos temporales por obra o servicio determinado vinculados a proyectos de investigación). Descartando la figura del becario de investigación. Todas esas modalidades contractuales son examinadas en el presente artículo, combinando el estudio legal con el análisis de sentencias judiciales que, en sede social, abordan en los últimos años la contratación laboral de los investigadores.