Belén Díaz Díaz
El envejecimiento de la población en la mayoría de los países desarrollados marca la necesidad de establecer políticas de actuación que garanticen la atención a dicha población. Para ello, se debe desterrar la idea de que los recursos destinados a la dependencia son un gasto, considerarlos como una inversión que contribuye al desarrollo económico y que puede cuantificarse en términos de impacto en la generación de empleo y riqueza. Este estudio analiza el impacto económico del conjunto de centros de atención a la dependencia (tanto residenciales como de atención diurna) en la región de Cantabria (España), así como del Servicio de Ayuda a Domicilio. De manera directa, la atención a la dependencia genera 24 empleos por cada millón de euros invertido por la Administración en el sector. Si incluimos el impacto indirecto e inducido, esta generación de empleo se eleva a 36, con el consiguiente efecto sobre la producción, el consumo y la recaudación de impuestos.