En las elecciones municipales del pasado marzo, la Agrupación Ciudadana de la Izquierda y los Ecologistas logró imponerse con holgura. En el ámbito local, la posibilidad de volver a tomar el control de los servicios públicos, de alcanzar un progreso social y una transición energética moviliza a los electores al tiempo que hace recular a la extrema derecha. Está crónica del siglo XXI se inscribe, sin embargo, en la historia particular de la ciudad alpina.