El escrito aborda el problema de los actuales patrones de convivencia de los mexicanos, a partir del concepto de Casta, manejado durante la Colonia. En la Nueva España ese concepto significó �mezcla racial� y, con ese significado, el concepto integró dos distintos horizontes semánticos: el de mezcla de razas y el de estrato social. Durante la Colonia, la casta ubicaba a las personas dentro de dos distintos horizontes, uno basado en características somáticas, y otro, basado en la jerarquización social. Hoy, los significados novohispanos de las palabras �casta� y �raza� están ausentes. El tema de las diferencias somáticas ha desaparecido del campo del análisis de la identidad del mexicano, pero esas diferencias todavía son señaladas como signo de diferencias de riqueza económica, educativa y cultural, y sobre todo, como signo de maneras de trato interpersonal, es decir, como signos de diferencias de civilidad