Josep. M. Sanmartí Roset
El objetivo de este artículo es señalar las principales dificultades con se encuentran los periodistas de información internacional al tratar el tema de las ciberguerras o los ciberataques, dificultades que obviamente se trasladan a las audiencias.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han desarrollado, en efecto, su propia capacidad destructiva en forma de ciberataques. Estos pueden ser aplicados a otros conflictos existentes o establecer sus propias estrategias por actores brumosos que incluyen desde superpotencias hasta hackers aficionados. Tal como admiten abiertamente personalidades e instituciones mundiales, su potencialidad para causar grandes daños, su escaso coste, su anonimato habitual, su implicación con el espionaje estatal y empresarial, etc., han convertido los ciberataques en una amenaza, que, sin ser sangrienta hasta ahora, es parecida a la nuclear, solo que mucho más confusa. Por esta razón, algunos expertos y medios hablan de una nueva Ciberguerra Fría.
La sección de Internacional de todos los medios refleja este temor difuso aunque real y de consecuencias imprevisibles. Los periodistas se enfrentan a un tipo de información fácilmente espinoso, de alcance ignorado, con agentes con frecuencia desconocidos, fuentes sospechosas, campañas de intoxicación, tecnologías sofisticadas, etc. y que sin embargo puede ser muy trascendente. Es fácil constatar, por ejemplo, que la ciberguerra incide abiertamente en las relaciones entre países, incluso entre países aliados. Por esto, una de las consecuencias más corrientes es el alarmismo, que a su vez acrecienta las dificultades objetivas propias del tema.
The aim of this article is to point out the main difficulties that journalists of international information have to discuss about the subject of the cyber wars (e-wars) or cyber attacks, difficulties who obviously are transferred to the audiences. Indeed, new technologies of information and communication have developed their own destructive capability in the form of cyber-attacks. These can be applied to other conflicts or establish their own strategies for foggy actors ranging from superpowers to amateur hackers.
As they openly admit personalities and institutions worldwide, its potential to cause big damages, their low cost, their usual anonymity, his involvement with State and corporate espionage, etc., cyber attacks have become a threat, which, without being bloody so far, is similar to nuclear war, only that much more confusing. For this reason, some experts and media speak of a new Cyber Cold War.
All media international section reflects this diffuse fears although real and with unpredictable consequences. Journalists are facing a type of information easily thorny, with an ignored scope, frequently unknown agents, suspicious sources, campaigns of black propaganda, sophisticated technologies, etc. and which can however be very transcendent.
It is easy to see, for example, that e-war, often affect relationships between countries, even among allies. For this reason, one of the most common consequences is alarmism, which in turn increases the objective difficulties of the subject.